Ante la reciente ola de acontecimientos jurídicos en nuestro País, la seguridad con que nuestros Clientes solían hacer negocios se ha visto afectada.
Como síntoma de lo anterior, observamos que la vigencia acostumbrada en contratos se ha visto acotada, pues los empresarios desconfían de las reglas del juego a mediano o largo plazo. Es común escucharlos decir: “si no tengo certeza hoy, imagínate dentro de cinco años…”.
Las instituciones financieras (especialmente las extranjeras) no tardaron en reaccionar, endureciendo sus políticas crediticias, incluso solicitando a sus clientes el prepago de créditos sanos y que se encontraban al corriente.
Actualmente se estima que la Cámara de Senadores espera más de una decena de reformas constitucionales, además de múltiples reformas, modificaciones y leyes nuevas, tan sólo para lo que resta del 2025.
A lo anterior, tenemos que sumar –por su muy cuestionable gestión y ejecución-, la reciente “jornada electoral” para ocupar cargos en el Poder Judicial Federal, misma que también sembró un adicional sentimiento de desconfianza en el mundo de los negocios.
En conclusión, enfrentamos una compleja receta formulada con leyes y reglamentos de nueva creación, cuya correcta aplicación será eventualmente juzgada por un sistema de tribunales diseñados, organizados y supervisados –en mi opinión– ya no por el poder judicial, sino por el ejecutivo. Tan lejos como ayer, nuestra presidente “instruyó” públicamente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con evidente tendencia, para que resolviera diversos asuntos a favor de sus intereses, dijo: “No creo que la Corte, los ministros que están ahora, pues se vayan a atrever a hacer algo en contra del pueblo”. ¿Así, o más claro?
Por todo lo anterior, ya no basta la opinión “del abogado de cabecera” al momento de tomar decisiones de negocios, pues la complejidad y riesgos del actual entorno jurídico obligan al empresario a acompañarse de un equipo profesional multidisciplinario que prevenga contingencias y lo ayude a la correcta ejecución de sus acuerdos.
En GTA Servicios Legales tenemos 30 años especializados en asesorar y defender a hombres y mujeres de negocios, construyéndoles lo que denominamos su “Activo Legal”, que no sólo previene riesgos, sino que además les genera valor real a su patrimonio y operaciones empresariales.