Por: Cynthia Madrigal
El Consejo de Administración se define como el órgano responsable de la administración de una Sociedad. Este cuerpo colegiado es nombrado por la Asamblea General de Accionistas.
En materia de gobierno corporativo, se recomienda que los Consejos de Administración de las sociedades deben de estar integrados por distintos perfiles de consejeros que aporten equilibrio y visión en la toma de decisiones.
Hay tres tipos principales: el consejero independiente, el patrimonial y el relacionado.
El consejero independiente es aquel que no mantiene vínculos familiares, laborales ni comerciales con la sociedad o sus accionistas. Su función es aportar objetividad y garantizar que las decisiones se tomen con una visión imparcial, protegiendo también a los accionistas minoritarios.
El consejero patrimonial representa a un accionista o grupo de accionistas con una participación relevante en la sociedad. Su misión es velar por los intereses de quienes aportan capital y buscan preservar el valor de su inversión.
Por último, el consejero relacionado es un directivo o funcionario de la propia sociedad. Su aporte radica en el conocimiento profundo de la operación y de la estrategia, aunque su visión puede estar influida por su participación activa en la gestión.
Un consejo de administración equilibrado entre estos perfiles se traduce en mayor transparencia, confianza y mejores prácticas corporativas, elementos indispensables para la sostenibilidad y el crecimiento de las empresas en nuestro país.
¿Qué tan equilibrado está tu consejo para tomar decisiones estratégicas?